- Rúnar Kristinsson jugó en varios países escandinavos e incluso en la liga belga, en la que representó al KSC Lokeren. Fue un grandísimo centrocampista que representó a la selección islandesa en 106 partidos, por lo que aún figura como el hombre que más veces ha jugado para el equipo de su país. Solamente Eidur Gudjohnsen hizo peligrar su liderato en cuanto a internacionalidades.
Este mediocampista de mucho oficio nació en Reykjavík (Islandia) el 5 de septiembre de 1969. Sus primeras experiencias deportivas vinieron como jugador de un pequeño club de la capital islandesa, el Leiknir. Allí dio sus primeros pasos antes de dar el salto al fútbol profesional, aunque primero jugaría en las secciones menores del KR Reykjavík.
En este histórico club -el más antiguo y exitoso del país- entró a finales de los setenta, cuando el jugador apenas tenía diez años de edad. Entonces empezó a jugar para todas las categorías inferiores del club destacando como una joven promesa de brillante futuro.
Kristinsson es el típico centrocampista que bien puede jugar defensivamente como incorporarse al ataque para desplegar sus versiones más llamativas. Y es que Rúnar era un jugador con mucha calidad, gran pase y mejor definición, además de haber sido un gran goleador.
Metía kilómetros a lo largo de un partido como el que más. Recibía todo tipo de faltas, pero este medio ofensivo aguantaba forcejeos gracias a su fortaleza física y una garra escalofriante. Disciplinado, profesional, serio y trabajador... Kristinsson tenía un poco de todo.
Salió del conjunto de Reykjavík en 1994 después de quince años criándose deportivamente. En sus ocho años como profesional en la Úrvalsdeild se fue habiendo dejado 21 goles en sus 126 apariciones ligueras, ayudando en la conquista de la Copa islandesa al club de su vida. Rúnar ya estaba preparado para jugar en el extranjero.
Su primer reto fue la Allsvenskan, a la que llegó para jugar en el Örgryte. En Suecia no le fue mal. Jugó durante dos campañas para el club de Gamla Ullevi y participó en 59 partidos para anotar trece goles.
El islandés dejó bien alto el pabellón en su primera aventura fuera de casa, y en 1997 quiso probar suerte en Noruega como miembro del Lillestrøm, escuadra en la que permanecería durante tres temporadas.
En la Eliteserien también dejó grandes actuaciones a la par que se reafirmaba como uno de los jugadores más en forma de la selección islandesa. Es por ello que empezarían a multiplicarse las ofertas por el jugador, así que los días del mediocampista en el Lillestrøm estaban contados.
Desde Bélgica llegaría una oferta irrechazable, la del Lokeren. Con este equipo jugó a partir del nuevo milenio, pasando siete campañas muy buenas en las que Kristinsson se hizo con un papel titular dentro del equipo.
Después de casi doscientos partidos en la liga belga, Rúnar regresaría a su país como un auténtico héroe. Por última vez volvería a vestir los colores del KR Reykjavík, con el que despediría su carrera deportiva en 2007 para iniciar una nueva etapa como entrenador.
Kristinsson ha defendido los intereses del combinado islandés durante diecisiete años. |
- Antes de convertirse en uno de los futbolistas más importantes de la selección islandesa, Kristinsson tuvo que formarse en las distintas secciones del combinado nórdico. Su debut con el equipo de mayores no llegaría hasta 1987, momento en el que el seleccionador Siegfried Held quiso incluirlo en su equipo.
Rúnar se mostró muy goleador a lo largo de su carrera a nivel de clubes, sin embargo solo marcaría tres con Islandia. En lo que sí ha destacado nuestro protagonista es en el número de partidos, ya que gracias a sus 106 participaciones aún figura como el hombre que más veces vistió la camiseta del combinado islandés.
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