¿Te acuerdas de Odd Iversen?

- No, evidentemente yo no me acuerdo. Y es que cuando este futbolista estaba pensando en retirarse yo todavía estaba aprendiendo a pegarle patadas a un balón. Pero en fin, para eso están los escritos, documentales y demás reproducciones que nos pueden narrar la historia de un delantero que representó a la selección Noruega durante más de una década.
Odd Helge Iversen nunca llegó a competir en ninguna Eurocopa, y mucho menos en un Mundial. No obstante, siempre será recordado como uno de los mejores delanteros noruegos de todos los tiempos, un tipo con mucho gol.

A nivel de clubes tuvo una salida al extranjero para jugar en la liga belga con el Mechelen. En su país representó a equipos como Rosenborg y Valerenga, equipos en los que fue un mito. En Fútbol Escandinavo podréis encontrar la historia de su hijo Steffen Iversen, de quien ya os hablé anteriormente.

- Una misteriosa muerte se lo llevó hace casi cinco años. Es de mi particular gusto narrar la historia de jugadores que dieron mucho que hablar en su día, y la de Odd Iversen merece una gran atención.
Fueron otros tiempos. En aquellos lejanos tiempos en los que los futbolistas podían fumar, salir y beber unas cervezas, el mundo del balompié pudo contar con jugadores de enorme talento como el de este atacante al que sus compañeros apodaban "Ivers". Era un ariete alto, poderoso y con muy buen remate de cabeza... un estilo muy nórdico. No era muy técnico con el balón en los pies, pero resolvía jugadas con facilidad gracias a su oportunismo y buena colocación. Su olfato de gol le permitió hacer un gran número de goles.
Nació el 6 de noviembre de 1945 en Trondheim (Noruega). De aguerrido carácter en el campo y afable fuera del mismo, Odd convencía por su facilidad a la hora de encarar el marco contrario, y así se daría a conocer en los primeros clubes por los que pasó. En los inicios de los sesenta ya destacaba en el Trond, equipo de su ciudad al que dedicaría sus primeros goles.

Llegó a la disciplina del  Rosenborg Ballklub en 1964, aunque inicialmente sería para formar parte del equipo filial. A partir de entonces se iniciaría una larga y bella relación entre Iversen y el club de Lerkendal, en el que el ariete permanecería doce de sus dieciocho años como futbolista.

Tras demostrar su efectividad goleadora con el equipo juvenil, Odd pasaría a formar parte del primer equipo, debutando en la Tippeligaen -hoy Eliteserien- en 1965. El atacante de Trondheim no tardaría en hacer sus primeras dianas con el Rosenborg.
Sus inicios fueron sorprendentes. A base de goles dejaría constancia de su talento, algo que le serviría para llegar de forma temprana al equipo absoluto de la selección noruega. Iversen se haría con el trofeo de máximo goleador de la Tippeligaen  durante tres años seguidos,  1967, 1968 y 1969.

El Rosenborg se beneficiaría de su efectividad goleadora para conquistar el título de Liga en 1969, algo que no pasaría desapercibido para otros clubes europeos, que preguntarían por el delantero nórdico a finales de los sesenta.

Fue entonces cuando el Racing Mechelen se haría con la ficha del goleador, que en el verano de 1969 viajaría a Bélgica para concretar su incorporación a la entidad de Malinas. Acostumbrado a ver puerta, "Ivers" se adaptaría perfectamente a la liga belga.
En sus tres años como jugador del Mechelen, Iversen marcaría un total de 27 goles en 44 partidos. Pese a que no le fue mal en tierras belgas, el atacante noruego prefirió volver a su país para vivir una segunda etapa en el Rosenborg Ballklub.

Jugó dos años para blanquinegra y se fue al Vålerenga, donde estuvo otras tres campañas demostrando que no se le había mojado la pólvora. Para este conjunto de Oslo en el que también jugó su hijo, Odd haría 35 goles en 65 partidos.

En 1980 volvería a Trondheim para vivir el tramo final de su carrera en una tercera etapa que significó su retirada como futbolista. Cerró su trayectoria deportiva con un total de 198 goles, y aún posee el récord de máximo realizador por temporada, habiendo conseguido 30 goles en 18 partidos. De momento nadie superó su efectividad.

Odd Iversen fue uno de los mejores goleadores noruegos de la historia.

- Siempre estuvo vinculado al fútbol porque el fútbol era su razón de ser. Pese a retirarse, Odd Iversen quiso seguir oliendo el aroma a césped trabajando incluso como utillero. El 29 de diciembre de 2014, el mito nórdico fallecería sin haberse desvelado la causa de su muerte. Dejó su legado en forma de goles.

También demostró tener gol con la selección nacional de Noruega, para la que hizo 19 tantos en 45 partidos. Defendió la bandera de su país durante trece años, primero jugando para las categorías menores, y luego como miembro del primer equipo entre 1967 y 1979.